El Enojo, desaprendiendo lo aprendido
- oficinadeservicios
- 19 mar 2021
- 4 Min. de lectura

El Enojo I
¿Pierdes la paciencia con frecuencia y rápidamente? ¿En ocasiones sientes o piensas que el sueño no fue reparador? ¿Te despiertas enojado y sin razón alguna? Y te preguntas ¿cómo es que he llegado a tal situación? Nosotros tratamos de darte una respuesta y brindar pequeñas recomendaciones que te
puedan ayudar a mejorar tu condición.
Resulta importante la forma en que respondemos o tratamos de lidiar (manejarnos) con el enojo. Esta emoción tiene varias etapas o fases: i) Pérdida de la paciencia provocando malestar, desavenencia con sus semejantes, ii) Malestar, desintonía con las personas que te rodean, iii) Enojo, que ya es una reacción más fuerte pues ya se trata de agredir psicológica y físicamente con quien tengo la desavenencia y iv) Ira, es la etapa más peligrosa dado que se pierde el control por completo. ¿Tiendes a hacer berrinche y gritar o a decir cosas hirientes, malas e irrespetuosas? ¿Arrojas objetos, das patadas o golpes de puño a la pared, rompes cosas? ¿Golpeas a alguien, te haces daño a ti mismo, empujas o tratas mal a otras personas?
Tenemos que aprender a cómo lidiar con este tipo de emociones, sin llegar a desarrollar estos escándalos que nos llevan a presentarnos con los aspectos más bajos de nuestro ser y los más negativos. Debemos de iniciar de inmediato un proceso de conversión hacia la madurez emocional. Se requiere de esfuerzo y poner en práctica las recomendaciones para lograr la paciencia necesaria e iniciar el alivio de los contratiempos por el enojo mal manejado.
¡Puedes lograrlo!
He decidido dejar de amargarme la vida, porque ya no tiene sentido tanto sufrimiento inútil, porque me he dado cuenta que es un gran error el llegar a creer que mi felicidad depend
e de lo que hagan o dejen de hacer los demás.
Según un curioso estudio llevado a cabo en la Universidad de California y publicado en la revista «Pshychology Today» casi el 40% de nuestra capacidad para ser felices depende simplemente de dar el paso «y cambiar». No obstante, la mayoría de nosotros nos aferramos a unas mismas situaciones, y en consecuencia, a amargarnos la vida.
Herramientas para dominar el temperamento: autoconciencia y autocontrol. Dado que el enojo puede ser poderoso, a veces, controlarlo puede representar un desafío. Controlar sentimiento
s de enojo implica mucha autoconciencia y autocontrol. Y desarrollar estas habilidades lleva tiempo.
La autoconciencia es la capacidad de observar qué sientes y piensas, y por qué. Los niños pequeños no son muy conscientes de lo que sienten, simplemente lo expresan en su comportamiento. Por eso tienen un berrinche cuando están enojados. Los adolescentes, sin embargo, tienen la capacidad mental de autoconciencia. Cuando te enojes, tómate un momento para observar qué sientes y piensas.
El autocontrol es sobre pensar antes de actuar. Es poner algunos valiosos segundos o minutos entre sentir una emoción fuerte y actuar de una manera de la que te arrepentirás.
Prepárate para hacer un cambio
Decidir tomar el control de tu enojo (en lugar de dejar que el enojo te controle a ti).
Método de resolución del problema: debes comenzar con el problema por el que estás enfadado. Luego sopesas las opciones y decides qué harás. Cada paso implica hacerte a ti mismo un par de preguntas, y luego contestarlas en función de tu situación en particular.
Tomemos este ejemplo: Hay una fiesta a la que tienes pensado ir, pero tu madre te acaba de decir que debes limpiar tu cuarto si quieres ir a la fiesta. El enojo al rojo vivo comienza a aparecer.
Aquí te contamos qué hacer:
1) Identifica el problema (autoconciencia).
Comienza por observar qué te hace enojar y por qué. Pon en palabras lo que te hace alterar para que puedas actuar en lugar de reaccionar.
Pregúntate: ¿Qué me hace enojar? ¿Qué es lo que siento y por qué? Puedes hacer esto mentalmente o en voz alta, pero debes ser claro y específico. Por ejemplo: "Estoy muy enojado con mi mamá porque no me deja ir a la fiesta hasta que limpie mi cuarto. ¡No es justo!" Tu sentimiento es enojo, y te sientes enojado porque podrías no ir a la fiesta.
Observa que no es lo mismo que decir "Mi mamá es muy injusta conmigo". Esa declaración no identifica el problema específico (que no puedes ir a la fiesta hasta que limpies tu cuarto) y no expresa cómo te sientes (enojado).
2) Piensa en posibles soluciones antes de responder (autocontrol).
Aquí es donde te detienes por un minuto para darte tiempo a fin de controlar tu enojo. Ta
mbién es donde empiezas a pensar en cómo podrías reaccionar, pero sin reaccionar aún.
Pregúntate: ¿Qué puedo hacer? Piensa en al menos tres cosas. Por ejemplo, en esta situación podrías pensar:
(a) Podría gritarle a mi mamá y tener un ataque.
(b) Podría escaparme e ir a la fiesta de todas formas.
© Podría limpiar mi cuarto y luego preguntar si puedo ir a la fiesta.
En los momentos de ira incontenible o de depresión, concéntrese en DIOS y ore con la siguiente oración:
DIOS CONCÉDEME SERENIDAD PARA ACEPTAR LAS COSAS QUE YO NO PUEDO CAMBIAR,
VALOR PARA CAMBIAR LAS QUE PUEDA Y
SABIDURÍA PARA CONOCER LA DIFERENCIA.
TE INVITAMOS A REFLEXIONAR SOBRE EL SIGUIENTE CONOCIMIENTO.
"El verbo "irritar" se podría poner en una receta para un desastre:
'Haga calentar los ánimos, mézclelos con palabras bruscas hasta que empiecen a hervir; siga revolviendo hasta que adquieran consistencia; enfríelos; deje enfriar los sentimientos durante v
arios días; sírvalo helado; tiene para rato'.
Una parte de la astucia de esta estrategia de Satanás es separar la ira del albedrío, haciéndonos creer que somos víctimas de una emoción que no podemos controlar. Perder el control es una elección interesante de palabras que han llegado a ser comunes. 'Perder algo' implica 'involuntariamente', 'en forma accidental', 'sin querer', 'no responsables', descuidados quizás, pero 'no responsables'.
'Me hizo enojar'. Ésta es otra frase que escuchamos y que también implica falta de control o de albedrío; es un mito que se debe refutar. Nadie nos hace enojar. Otras personas no nos hacen enojar. No hay fuerza de por medio. El enojarse en una elección consciente, es una decisión. ¡Nosotros elegimos!
(Élder Lynn G. Robbins, Liahona julio 1998, pág.86)
Comments